SANTIAGO, REP. DOM.- La televisión dominicana tiene como
revelación en su contenido diario un
programa novedoso y diferente que
presenta a la teleaudiencia los
hechos al desnudo y sin cortapisas, una producción informativa y de análisis conducida
por el joven comunicador Alexis Martínez bajo el nombre ‘’La Verdad Primero’’, por
Latino TV, canal 59.
Con Telecable Cibao, ClaroTV
y otros sistemas de cable del país como soporte de transmisión, el programa televisivo del joven comunicador
Alexis Martínez abre la noche, de lunes
a viernes, al presentar a los televidentes,
de 7.00 a 8.00 P.M el más completo y novedoso compendio de
informaciones, análisis y comentarios de
actualidad.
Como todo un hidalgo de la comunicación y como experto en la programación de televisión, a su corta edad Alexis Martínez se presenta a la teleaudiencia
como una revelación periodística con cuya soltura y capacidad de análisis se
pone a la altura de legendarios exponentes
de la radio y la televisión dominicana.
Además de producir y conducir el programa ‘’La Verdad Primero’’, Martínez es relacionista público de la empresa Salud Dominicana y se desempeña
como maestro de ceremonias y
redactor de noticias en su propio
programa.
Es un intrépido y talentoso joven vendedor, oriundo del municipio de Tamboril en la provincia de
Santiago, quien decidió explorar otras
áreas en el campo del saber humano y se matriculó en la Universidad Autónoma de Santo Domingo
(UASD), recinto Santiago, para estudiar
la carrera de comunicación social, mención periodismo.
Martínez decidió poner en práctica su aprendizaje y seguir
estudiando, por lo que diseñó el programa ‘’
La Verdad Primero’’, el cual llevó con éxito a la televisión donde está
causando impacto y furor por su forma de presentar al público la realidad de
los hechos.
Inquieto, investigador agudo y atrevido, Alexis dice la
verdad sin tapujos, porque según su criterio no tiene compromisos que le hagan
retorcer los hechos para ocultar la verdad y porque el periodismo debe ser
objetivo y favorecer a quien tenga la razón, condenando a quienes incurren en
actuaciones contraproducentes y que alteran los cánones morales y transgreden
las leyes y costumbres de los pueblos.
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